Un golpe de 1.3 millones de dólares
La acusación
Robert De Niro, un nombre que ha dominado la industria del cine durante décadas, se encuentra ahora en el centro de una controversia legal.
En este caso la productora del actor, Canal Productions, ha sido hallada responsable de discriminación por género hacia una ex empleada, Graham Chase Robinson.
Tambien afirmó que fue forzada a realizar trabajos “estereotípicamente femeninos” para De Niro, incluyendo lavar sábanas, aspirar su apartamento y organizar eventos. Esto incluso después de ser promovida a un alto cargo dentro de la compañía.
El veredicto
Efectivamente, un veredicto condenó a la productora Canal Productions a pagar una suma considerable de 1.3 millones de dólares a Robinson. Esta última, además, acusó a De Niro de contacto físico no deseado y de hacer comentarios de índole sexual.
Por otro lado dicha compensación por daños también cubrió el reclamo de Robinson por represalias. Según ella, Robert De Niro se negó a escribir una carta de recomendación o a pagar indemnización.
La defensa
El jurado desestimó la demanda original que presentó Canal Productions contra Robinson, en la que acusaba a la mujer de usar la tarjeta corporativa para gastos personales, de reclamar millones de millas aéreas y de pasar “horas viendo Netflix” en horario de oficina.
David Sanford, abogado de Robinson, expresó su satisfacción con el veredicto. Afirmando que estaban complacidos de que el jurado viera lo que ellos vieron y diera un veredicto a favor de Chase Robinson.
La reacción de De Niro
De Niro, quien notablemente no asistió a la audiencia del jueves, no resultó ser responsable de manera individual.
Así fue como precisamente al inicio del juicio, que se extendió por un periodo de dos semanas, cuando el actor calificó los reclamos de Robinson como “absurdos”.